La autora de «Cocina Cruda»
¿Cuándo y por qué decidió llevar este tipo de alimentación?
Pues mira, yo estaba en la menopausia y necesitaba hacer un cambio de alimentación. Empecé a probar la cocina sin fuego y como me dio excelentes resultados ya nunca más la dejé. Desde entonces noto que tengo más fuerza, me siento más alegre y llena de vitalidad, noto mi mente mucho más despejada… Además, es una cocina muy fácil de elaborar, no ensucias prácticamente nada y supone un gran ahorro energético. Realmente, la alimentación crudívora ha cambiado mi vida.
¿Qué tipo de cocina utilizamos cuando no hay fuego?
Podemos optar por todo tipo de técnicas como la maceración, el licuado, el cortado, la germinación, la fermentación, la deshidratación, el batido, los helados…
¿Se puede practicar a cualquier edad?
Por supuesto, no hay ningún problema. Incluso los más pequeños pueden seguir perfectamente este tipo de alimentación. Pensemos que la mayoría de niños suelen rechazar las papillas de verduras cocidas y suelen preferir aquellas que han sido elaboradas con fruta cruda.
¿Se ha encontrado con alguien que critique este tipo de alimentación?
Sinceramente no. Todo el mundo admite que los alimentos crudos van muy bien para el cuerpo, sobre todo frutas y verduras. En general, hoy en día la mayoría de médicos apoyan la dieta crudívora.
Al comer todo crudo, ¿debemos tener un cuidado especial con la calidad y frescura de los ingredientes?
Lo ideal es optar por alimentos de cultivo ecológico para evitar la presencia de pesticidas y otras sustancias tóxicas. Ahora bien, si no tenemos la posibilidad de comprar este tipo de productos, una excelente alternativa consiste en masticar bien. Así generamos mucha saliva cuya elevada alcalinidad contrarresta y elimina ese tipo de sustancias.
¿Qué le recomienda a alguien que quiera empezar con la alimentación crudívora o o sin fuego?
Normalmente, un 90 por ciento de las personas padecen problemas en el aparato digestivo. Eso puede provocar ciertas molestias al pasarse a una alimentación crudívora. Para evitarlo, lo mejor es empezar tomando batidos que faciliten la digestión. Luego podemos seguir incorporando un buen número de ensaladas, más fruta a media mañana o a media tarde…
Da la sensación que siendo crudívoro podemos quedarnos con hambre…
Al principio sí porque tu cuerpo está acostumbrado a comer alimentos densos, como la pasta, los cereales… Para evitar esta sensación podemos tomar mayor cantidad de ensaladas, batidos, frutas…
¿Cómo podemos conseguir que una cocina sin fuego no nos resulte aburrida o monótona?
En la cocina sin fuego podemos usar técnicas culinarias muy variadas para darle a nuestros platos un toque imaginativo y apetitoso. La maceración, la germinación, la deshidratación… Lo más aconsejable es saber aprovechar las verduras y las frutas de temporada y preparar con ellas un plato diferente cada día, con un cortado diferente, una presentación diferente y un aroma distinto a base de salsas, hierbas aromáticas, frutos secos…
¿Qué menú nos recomienda para hoy?
Podemos empezar con un batido de manzana, apio y pepino acompañado de una rodaja de limón y una pizca de jengibre. Luego una ensalada fresca de rúcula y canónigos aprovechando que ahora es un excelente momento para comprarlos. Recomiendo acompañarlos con un poco de zanahoria, tomates, aceitunas y una salsa de frutos secos. Y para el plato principal, unos fideos de calabacín con una crema de anacardos y hierbas aromáticas.
¿Y si comemos fuera? ¿No es complicado?
En todos los restaurantes sirven ensaladas frescas y podemos pedir que incorporen los ingredientes que más nos gusten. Y si nos quedamos con hambre… pues repitimos.
Para darnos un capricho…
Pues un helado o unos bombones de chocolate.
¿Y para beber?
Personalmente me encanta el zumo de sandía.
¿Y no añora ningún plato cocinado?
Pues sí… ¡el pan con tomate!
