Me voy de vacaciones, ¿Qué hago con mi huerto?

«Keep calm and enjoy»: tener huerto no tiene porque amargarte las vacaciones… Bastará con un mínimo de cuidados y preparaciones previas para que tu jardín comestible siga creciendo y viviendo tan feliz en tu ausencia. Igual que planificas tu viaje con antelación, organizar tu huerto al menos una semana antes de marchar de casa te ahorrará algunas sorpresas a la vuelta.

PASO 1: EL RIEGO

Si tus amigos o vecinos no están por la labor de venir a tu casa a regar tus hortalizas no te queda más remedio que instalar un programador automático y un sencillo sistema de riego por goteo. Lo puedes comprar en tiendas especializadas o incluso en tiendas online donde encontrarás excelentes ofertas con vídeos explicativos para el montaje. Te recomiendo instalarlo al menos 3 o 4 días antes de tu salida para poder ensayar el buen funcionamiento y regular la presión y el tiempo de riego adecuados.

PASO 2: BAJAR EL TERMÓMETRO

Igual que tu usas sombrilla o gorra para aguantar el sol abrasador del verano, piensa que tus hortalizas, por mucho que sean variedades adaptadas al verano, se pueden literalmente «achicharrar» (especialmente si las cultivas en recipiente dónde la tierra y el ambiente se recalientan con más facilidad). El equivalente a tu protector solar puede ser ubicar tu huerto urbano en una zona que le ofrezca algunas horas de sombra diaria. Otra opción, si, a parte de hortalizas, también tienes recipientes con plantas ornamentales, es juntarlas todas y así recreas un bosque urbano que les proporcionará más humedad y les ayudará a bajar algunos grados.

PASO 3: LA COSECHA

No dejes aquel tomate medio rojo para tu vuelta, recógelo hoy porque dentro de una semana ya se habrá pasado y la planta habrá gastado energía innecesaria para acabar de madurarlo. Ídem con las lechugas que a tu vuelta se habrán espigado o las judías tiernas que habrán endurecido… Si no te lo puedes comer todo: guarda en la nevera, regala, congela o haz conservas! Quitándoles a tus plantas todos los frutos que están a punto o casi, favoreces que reserven su savia para producir nuevos pimientos, berenjenas, tomates, calabacines, etc., que te comerás gustosamente al volver de vacaciones.

PASO 4: ORDEN Y LIMPIEZA

No sé a vosotros, pero a mi me gusta dejar la casa recogida antes de irme y suelo hacer lo mismo con el huerto! Miro de dejarlo lo más ordenado y limpio posible porque sé que a la vuelta lo agradeceré: arranco las hierbas adventicias, podo las ramas y hojas secas, quito los chupones de las tomateras y las ato a sus cañas si necesario. Así me voy tranquila sabiendo que mi huerto no se parecerá a una auténtica jungla a mi regreso.

PASO 5: EL BOTIQUIN

Aunque las veas muy sanas hoy, fíjate bien y detecta posibles enfermedades o plagas que podrían serles fatales a tus plantas en tu ausencia. Para las plagas como pájaros o gatos puedes instalar una malla protectora. Para impedir la acción de insectos pequeños como pulgón o araña puedes fumigar con jabón potásico creando así una película que les impide chupar las hojas o tallos de tus plantas. Para los caracoles o limacos puedes poner piedras que les impedirán acceder a tus plantas o si hay muchos puedes distribuir gránulos de Ferramol (un producto ecológico que venden en jardinerías) que los alejará unos días. Para los ataques de hongos como el mildiu y el oídium que se desarrollan con el calor y la humedad puedes hacer fumigaciones preventivas con extracto de cola de caballo o con azufre mojable (siempre que lo hagas siguiendo a pie de la letra las dosificaciones indicadas en los envases).

PASO 6: FOTO

No te olvides de hacer una foto de tu huerto el día antes de tu partida. Apuesto a que te asombrará ver lo mucho que habrá crecido en tu ausencia. La sensación es parecida a cuando tus hijos o sobrinos vuelven de unos días de colonias, parece que hayan crecido el doble de lo habitual… Y si encima la cosecha te da para preparar una rica ensalada, seguro que te habrá merecido la pena seguir esos sencillos pasos.

¡Felices vacaciones!